Capítulo 44

“And I can go anywhere I want

Anywhere I want, just not home”


—My tears ricochet by Taylor Swift


🐷🐷🐷🐺

Emilia

che paren un poco los dos! al menos ya se despertó 

Dodo

se despertó y literalmente dijo “no fue tan grave”

la muy cara dura 

Seth

dos días esperando al lado de la cama y se despierta cuando está el único que no la iba a acogotar 

tiene ojete la pendeja de mierda 

igual se va a llevar la regañada de su vida cuando se sienta mejor

gracias por decidir esperar 

Seth

¿Quién te dio el celular? 

Abandonaste el grupo


📣 ÚLTIMO AÑO

HOLI estoy viva!

en observación PERO VIVA  

yay, 

*festeja*

ah y los mensajitos por privado uwu todavía no los leí pero bueno

estaban preocupados por mi? 🥺🤧✨ 

Yoonjun

Hyori?!

wasup como dirian los gringos 

Tate

ya saliste del hospital? 

jsjsjs no

igual creo que me van a dar el alta en unos días 

yay!!

arriba las esperanzas abuelita!!

Amos

unos días? plural? 

si hace unos días, plural, desde que te fuiste

entonces no fue solo una descompensación?

Yoonjun

LES DIJE QUE NO ERA SOLO UN DESMAYO 

Bellatrix

si, pero sos re exagerado, no podes culparnos de no creerte

Yoonjun

SI LLEVA DÍAS INTERNADA E INCONSCIENTE NO ME CREYERON PORQUE SON UNAS MIERDAS

vayanse a cagar 

Hannah

al final qué te pasó?

cosas lol

pero estoy bien, nos vemos en unos días!!

Abandonaste el grupo


YOONJUN (2do año)

Hyori

no quiero sonar fuera de lugar, pero ¿me dirías qué te pasó? 

prometo no decirle a nadie, 

en serio, 

se que tengo fama de chismoso pero... lo prometo

estuve tomando supresores 

qué

pasaron cosas, tomé supresores y se me acabaron

pero no tiene sentido que terminaras hospitalizada, los médicos suelen prevenir los síntomas de cortar una medicación así, no?

hay que denunciarlos

yo no fui al médico

no serías tan idiota

…  

ME TENES QUE ESTAR JODIENDO

pero ESTOY VIVA yay

y eso que tiene que ver!!

la médica que me atendió dijo que es raro que un lobo doble sobreviva a uno de esos, para que me acuerde bien

un abc

dijo que si hubiese pasado en las primeras horas sin la medicación no habría sobrevivido

porque cuando me dio al menos mi lobo estaba volviendo, y ayudó un poco a controlar la hemorragia

hoy aprendí mucho de biología

la voy a re pegar en el proximo examen lpm que grosa

un qué 

un abc accidente bascular cerebral

ACV 

PEDAZO DE TARADA

NO ENTIENDO COMO APROBAS LAS MATERIAS VOS 

bueno habló tan rápido que entendí la mitad de las cosas jaja

SOS JODA? 

CASI TE MORIS

PERO ESTOY VIVAAAA

DE QUÉ SIRVE ESTAR VIVA SI ESTAS BIEN ESTÚPIDA



Debería estar durmiendo. Los doctores no dejaban de repetirle, una y otra vez, que tenía que descansar. Que era la única forma en que su lobo iba a recuperarse. 

El silencio en el hospital esa noche le dejaba una sensación extraña en la piel. presionó el brazo contra las estériles sábanas blancas, apretando entre sus dedos la tela hasta arrugarla. Estaban frías y olían a jabón barato, raspaban contra la piel de sus antebrazos y la hacían extrañar su propia cama. Aún así, nada de eso le importaba.

Seguía mareada, aún cuando la semi oscuridad que la rodeaba ayudaba bastante a disminuir la sensación. También la soledad. Había fingido dormirse después de usar un poco el celular, solo así logró que su madre abandonara la habitación. Y realmente necesitaba un rato a solas. 

Una parte de ella se preguntó si se debía a que no confiaban en sus decisiones (lo cual le parecería comprensible) o si simplemente no querían abandonarla. Nunca había visto a su familia tan alterada.

La luz del exterior le permitía ver la aguja que se le clavaba en el brazo, y se sentía cansada solo con verse en esa cama, entre esas paredes demasiado blancas, demasiado vacías, demasiado atemorizantes.

El celular vibró en la mesa junto a su cabeza, tardó en tomarlo entre sus manos heladas. Era una llamada de Yoonjun. Murmuró un saludo mientras clavaba los ojos en la porción de cielo nublado que podía ver. El chico no respondió.

–Si desea dejarle un mensaje a nuestros moribundos, hágalo después del tono, biip

–¿Podrías dejar de bromear sobre eso?– pregunta Yoonjun de inmediato y, aunque sea un poco, la hace sonreír. Al menos hasta que lo escucha sorber por la nariz. 

–¿Estás llorando?

–Si

–Adorable– intenta bromear, quitándole peso a la situación que le apretaba las entrañas. 

–No te hagas la tarada– regaña el alfa. La línea queda en silencio. 

–Estoy bien, sabés?– la voz que sale de ella le sueña extraña, un poco enredada en disculpas que no sabía por qué quería decir. –Tampoco es como si me hubiese intentado matar.

La ponía nerviosa el silencio. Sobre todo el silencio si hablaba con Yoonjun. 

La brisa fresca de la noche entró a la habitación, moviendo las cortinas y refrescándole el rostro. Olfateo el aire con ansia. 

Esos días habían sido una pesadilla, y los anteriores a esos un sueño brumoso del que no podía despertar. Sin embargo, esa noche, en ese preciso momento, olía un poco mejor que la semana anterior, y por un momento deseó los sentidos agudos a los que ya se había acostumbrado. 

Era como finalmente estar despierta. No sabía si eso era bueno o malo.

–Parecía– murmura Yoonjun, trayendola de regreso a la conversación. 

–¿Qué cosa? 

–Te vi sangrando muchas veces, te vi con la cara llena de moretones y… Quiero decir, en ese momento era diferente– susurra en respuesta. –Por eso me molesta que lo tomes a la ligera… No sé, siento que... Siempre haces lo mismo... Haces bromas como si al resto no nos importara lo que te pasa.

El silencio regresó entre ellos, con Hyori reprimiendo la primera respuesta que brotó en su mente, porque sólo sería darle la razón. 

–Fue una mierda, porque solés ocupar tanto espacio… Tu cabezota y tu personalidad horrenda ocupan mucho espacio ¿sabes? Te hacen parecer intimidante y enorme... 

–Soy de tu altura querido, somos gente enorme– bromea un poco, tratando de aligerar el ambiente sin resultados.

–En el suelo no había nada... Es decir, si estabas pero... – Su voz se apagaba lentamente, rasgada apenas, forzada a salir. –Estabas tan chiquita… Y no te movías... 

–Yoon…

Nunca te había visto tan quieta, o tán fría ¿sabes?...– Hyori lo escucha tragar saliva, pausando para respirar hondo. Su voz es más clara y firme después de eso. –Y te salía tanta sangre, pero no te movías… Pensé que estabas muerta…

En el hospital, las estrellas se nublaron un poco. Hyori parpadeó rápidamente, logrando verlas nítidas de nuevo. El nudo en su garganta, creciendo, le impedía hablar, así que decidió asentir, aún sabiendo que Yoonjun no podía verla. De todas formas no tenía palabras que decir, apretando su mandíbula esperó a que continuara. 

El suero goteaba lentamente. Después de dos días aún faltaban unas horas para que se lo quitaran, pero su cuerpo ya luchaba para deshacerse de la aguja. Ella desearía poder luchar así con los pensamientos (igual de intrusivos). Soltando su labio inferior, preso de sus dientes nerviosos, decidió responder.

–Perdón

No, no quiero que te disculpes… lo que trato de decir es otra cosa– la interrumpe. –Te quiero mucho, imbécil. Sos muy importante para mi… y tenía miedo de no volver a verte, de no poder decírtelo.

Un nudo que no sabía que tenía se aflojó en su pecho, y junto con este unas lágrimas silenciosas le humedecieron las mejillas. Respiró hondo, el frío erizándole la piel un poco. Se sentía bien, solo tenía que ocultar el temblor en su voz que, sabía, iba a delatar sus emociones. 

–Yo a vos también te quiero mucho, Yoonjun…

Bueno, basta de sensiblería, sé que me vas a reclamar esta escena para siempre– Hyori sonrió en la oscuridad. –¿Y? ¿Qué pasó exactamente?

–Los supresores me hicieron mal

¿Los supresores que nadie te recetó? Uy qué sorpresa, jamás lo habría adivinado

–No es necesario el sarcasmo, Lee– lo regaña. Y antes de escucharlo quejarse, agrega –parece que no es recomendable tomar todas las pastillas del envase... Sobre todo para-

–Sobre todo sin receta ni supervisión, seguramente

–No iba a decir eso

Oh perdón, madame medicina, continúe

–Sobre todo para las personas con lobos dobles, no nos pueden dar supresores... o al menos no los que tomé yo.

–O sea que la cagaste

–Sep– admite la omega con una corta y seca risa. –Ahora puedo ser un ejemplo para nuestra generación, lo cual era mi plan desde el principio

El nuevo “niños no tomen drogas”. Me encanta–. Hyo rodó los ojos, sabiendo que seguía un regaño. –Una boluda, eso es lo que sos

–Gracias– con cuidado, rodó sobre un costado, enfrentando la ventana. Cerró los ojos, algo somnolienta. 

¿Y ahora?

–Me dijo que no puedo seguir tomándolos

–El consejo del siglo te dio. Jamás hubiese imaginado que te dijeran eso.

–El sarcasmo sigue sin quedarte bonito– lo cortó. El chico solo la dejó continuar. –Ahora tengo que quedarme unos días más, pero recién hoy mi lobo retomó el control del metabolismo, así que empecé a procesar los sedantes más rápido y me desperté por eso… Dijeron que mi capacidad de curarme esta recuperándose de a poco y eso me pone en riesgo si me voy demasiado pronto… 

Un bostezo la interrumpió, Yoonjun permaneció en silencio. 

–O sea, fue eso lo que me hizo mierda en un primer lugar, mi cuerpo no podía equilibrarse ni curarse, así que la sobreestimulación y el desbalance hormonal me dieron un pico de tensión que el lobo no pudo curar ¿irónico, no? Pero aunque todo avance bien me están dando una medicina para ayudar con... ¿cómo lo dijo la doctora?... Tipo ayudar a limpiarme el cuerpo de los efectos... Bueno, fuera de eso, está todo... Bien.

El silencio se instaló entre ellos, Hyo casi se dormía cuando él volvió a hablar.

–¿Por qué los tomaste?

–¿Te respondí la primera vez que me preguntaste?– replicó la omega en un susurro. Realmente tenía sueño, y no ayudaba que la conversación se tornara lentamente hacia donde quería evitar. 

No, no lo hiciste... pero ahora imagino que si lo vas a hacer– sugirió. Hyori permaneció en silencio, casi pudiendo escuchar la frustración creciendo. –Dale, forra.

Contuvo la risa. 

–A ver...– Otro bostezo la interrumpió, pero esta vez se tomó el tiempo de disfrutarlo. Escuchó a Yoonjun impacientarse. –No sé... Probé una cucharada de… Digamos que prefiero el dolor físico, siempre lo preferí… Se me ocurrió tomar supresores para calmar a mi lobo… Un tiempo, nomás... Al menos hasta que estuviese lista para enfrentarme a... Una persona que me importaba...

Hyori…– sabía que lo que había dicho no tendría sentido, al menos hasta que el chico conociera toda la historia. Sin embargo, no tenía ganas de hacerlo en ese momento. 

–Es como volver en el tiempo. – agregó –Quiero decir, no es lo mismo... Los supresores te duermen el lobo, o algo así... Y una vez que lo sentiste, bueno... no sentirlo es como si te faltara una parte, adentro, pero no era tan malo

Podía adivinar la expresión de desagrado de Yoonjun, incluso cuando él no decía nada al respecto. 

–No puedo entender del todo

–No sé, no oles... o sentís sabores– explicó, tratando de recordar exactamente todo. –Es como si le bajaran el volumen al mundo lo suficiente como para sobrellevar lo que sentis…

¿Y… esa persona?

–Me dolía verla... Es decir, muy en el fondo, pero... Estaba tan fuera de mi cuerpo, que podía simular que no lo sentía. Quiero decir... Si la hubiese podido oler claramente, por ejemplo, no creo que me saliera ser indiferente.

No me vas a decir quién es– aceptó.

–No voy a hablar más de esto– sentenció ella como respuesta. 

Estabas realmente enganchada ¿uhm?– inquirió con un dejo de tristeza. 

–Yoon, te estás aprovechando de mi debilidad actual. 

Está bien– accede. –Al menos me dijiste un poco. Ahora si puedo sentir que soy de tu confianza

–Sos un dramático

Ambos rieron un poco, esta vez sin silencios incómodos. 

Entiendo un poco el por qué lo hiciste, y te agradezco que me cuentes...– Agrega, claramente temiendo retomar el tema. –Pero sigo pensando en que fue la peor decisión que podrías haber tomado

–A, eso había quedado más que claro. B, no sos el único con esa opinión. Y c, era una buena idea– lo contradice.

Era una pésima idea ¿siquiera estuviste en las clases de educación sexual?

–Meh…

–¡Hablaron de los efectos de los supresores!

–También dijeron que las relaciones entre lobos del mismo rango eran 'peligrosas' y que los betas sentían menos deseo, no me pidas que me las tome en serio– le recuerda. 

Bueno, esa sí fue una estupidez retrógrada– admite –pero la clase de los supresores la dio un profesional. Nos dijeron y remarcaron varias veces que es una decisión extrema en terapia... Ni siquiera sé cómo los conseguiste. Y fuiste irresponsable. 

–Okay, no necesito esto ahora Yoon – se queja, incómoda. Sus ojos estaban llenándose de lágrimas, pero no lo admitiría. –Me van a dar esta charla al menos dos veces más, así que ahorratela. Dejáme en paz

Hyo

–Estoy bien ¿era eso lo que querías saber?– lo corta. –Estoy bien, gracias por llamarme, por cargarme a la enfermería, por cuidarme, por estar. Ahora necesito dormir. Nos vemos en el colegio. 

Sin dejarlo responder, cortó la llamada. Entonces las lágrimas le empaparon la cara libremente. Ella solo había querido evitar el dolor ¿Siquiera iban a entenderlo? ¿o intentar hacerlo? 

La miraban decepcionados. La doctora,  sus madres, sus hermanos, pero ¿decepcionados? ¿en serio? Hyori no podía evitar hacerse bola sobre esas tiesas sábanas, con malestar en su estómago y el fuego del enojo en el fondo de su pecho. Apretó contra sus piernas el brazo que tenía libre, enroscando los dedos de sus pies hasta que dolieron. 

¿Ellos se decepcionaban de ella por intentar solucionar un problema que le pertenecía? Bien, podía lidiar con eso. Sabía cuánto la había cagado, no iba a justificarse, pero no tenían derecho de decirle cómo sobrellevar sus asuntos. No le había hecho daño a nadie, ¿con qué derecho la hacían sentir mal? 

¿No podían dejarla en paz? 

El celular vibró, aún en su mano, y estaba leyendo los mensajes antes de darse cuenta. 

YOONJUN (2do año)

no debí hablarte así

lo siento mucho, voy a intentar entender mejor

la próxima vez contame la historia completa, si?

te quiero Hyori bebé


Sin embargo, bloqueó la pantalla sin responder. Su mente estaba demasiado cansada, y cuando cerró los ojos para dormirse, sus pensamientos se encaminaron, uno detrás de otro, hasta llegar a recordar lo que había pasado. 

El dolor tan horrible en la cabeza, desde dentro, podía jurar que desde el centro. Los sonidos del mundo aturdiéndola, inesperados y repentinos. No sentir el cuerpo, no lograr moverlo, no poder entender por qué el mundo huele a sangre, sabe a sangre. Las sábanas rojas, el miedo en los ojos del enfermero, el miedo en los ojos de Seth. Y de fondo, su lobo y un breve momento de lucidez. como cuando una persona se despierta de repente, en medio de una pesadilla, o por un grito ajeno que lo devuelve a la realidad.

Su lobo despertando de un sobresalto y trayéndole aún más miedo, esta vez ajeno. Una conciencia sobre el dolor que la invadía desde cada posible dirección, tanto el propio como el lejano, tanto físico como emocional. Y el mundo que se fundía en negro una y otra vez. 

Aprieta las manos a los costados y se obliga a dejar los ojos cerrados hasta que el sueño la vence. Sus pestañas, húmedas y frías, solo se secan horas después, cuando llega el amanecer.

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