Capítulo 35

 Las prácticas sin Hyori resultaban extrañas, aún cuando lo más distintivo era la disminución de peleas. Lo bueno para Nova era que no se sentía sola en el sentimiento.

–Solo digo que la extraño un poco– se defiende Micka, después de la mirada ceñuda que Sean le había dado desde que había empezado a hablar. 

El resto del equipo sonreía entretenido o los ignoraban por completo, focalizándose en cambiarse de ropa para, finalmente, concluir la semana. 

–¿Extrañas jugar con ella o mirarle el culo mientras nos bañamos?– se burla Akane.

–Por qué no las dos cosas

Incluso cuando sabía que a) Micka quería acostarse con medio mundo, y b) Nova no era mejor que ella, escucharla hablar de Hyori de esa manera la enojaba como pocas cosas. Tragando el gruñido que comenzaba a formarse en su garganta baja, procuró concentrarse en sus agujetas, al menos hasta que alguien abrió la puerta. 

–Woods– el profesor se asoma con los ojos tapados. –Me olvide de preguntarte, ¿Park ya cambió de opinión?

–No sé, le pedí a su amiguito que le ruegue. Yo no voy a andar de arrastrado– reprocha. 

–¡Yoonjun!– llama el profesor en voz alta. El chico acababa de ponerse las medias. –Decime que tenes buenas noticias.

–No– responde el alfa con una mueca. –Y no creo que se los haga.

Yoonjun parece decepcionado de sus propias palabras y eso tiene sentido, había discutido bastante la decisión de Hyori y Nova lo sabía porque lo había hecho delante de todos, cuando en un entrenamiento ella se había sentado en la banca sin siquiera preguntar sus posibilidades. Había sido el último al que había ido. 

–Solo le pedí unos estudios de rutina, no entiendo cómo está tan empecinada en no hacérselos al punto de abandonar su lugar de titular

El profesor parece cuestionarse más a sí mismo que a Yoonjun, pero aún así este se encoge de hombros en respuesta.  

–Hyori siempre es terca– habla Nova, sin pensar. 

Por un momento la invade la incomodidad, pero el profesor asiente a sus palabras y se retira. 

Yoonjun lo imita, saludando a todos con un suave “hasta mañana”, pero cuando Nova sale, el alfa aún está en el predio. 

Están parados en el sol, cerca de la entrada. La luz disimula la palidez en la piel de Hyori, y el efecto aumenta porque está riendo, pero no desaparece. Nova lo sabe, si se acerca va a poder ver que su piel está casi translúcida. Que sus ojeras son profundas y que Hyori es conciente de la causa y de las consecuencias.

Si no fuera así ¿por qué más se estaría negando a hacerse análisis?

Pero ella, que está mirando más de lo que debería, no puede hacer nada. Nada más que rogarle a todos los dioses que conoce que la protejan de lo que sea que esté pasando. 

–Te ves horrible ¿Pasó algo?– Micka interrumpe sus pensamientos, y aunque su voz es ligera, su aroma de mandarinas se vuelve denso y dulce. Está preocupada, pero Nova le sonríe con agradecimiento.

–No sé por qué, yo estoy bien.

Sin embargo, aunque su respuesta sea ligera y risueña, se apura a alejarse antes de que la chica quiera hacerle más preguntas. O antes de que se de cuenta a dónde -en quién- sus ojos estaban fijos. 

Cuando pasa junto a Hyori no hay olor a café.