Capítulo 16

–Me estás tironeando– se queja en tono lastimero por centésima vez. 

Nadie sería capaz de adivinarlo, pero Hyori -por centésima vez- se detiene preocupada. 

–Pero… Está quedando súper floja… 

–Vas a tener que deshacerla y empezar de nuevo.

Llevan horas así. Hyori probando hacer diferentes tipos de trenzas en Nova, que se queja de más desde que descubrió que bastaba un quejido casi inaudible para que la omega se detuviera por completo y le escaneara el rostro con preocupación. No conocía ese lado de Hyori, su parte más cuidadosa y extremadamente preocupada con la idea de hacerle daño (lo cual es bastante irónico, teniendo en cuenta el pasado que las unía).

Al mismo tiempo, Nova descubrió algo en sí misma. Le encanta sentir sus dedos peinándola, le gusta la forma en que buscó tutoriales y los productos correctos para el pequeño experimento que pensaban hacer ese día.  

–Podemos dejarlo acá por hoy

Su voz la lleva de vuelta a la cama y puede notar los sentimientos de decepción que llenan sus palabras. 

–No, dale… probá de hacerlas una vez más.

–Prefiero que nos bañemos y ya. 

Nova también había descubierto que le encantaba bañarse con Hyori. 

Le gustaba la manera en que sus manos le tallaban la espalda con la esponja, su cara mientras enjuagaba el shampoo de su cabeza y el olor de su jabón favorito. Le gustaba como cerraba los ojos cuando se paraba bajo el agua, la forma en que caminaba sobre sus talones cuando el piso estaba helado y que siempre dibujaba caritas en el espejo lleno de vapor.

Cuando salen del baño Hyori se ilumina como árbol de navidad y corretea hasta la mochila. Cuando está feliz y emocionada siempre parece tener demasiada energía, los ojos se le cierran si sonríe mucho y las mejillas se le colorean un poco.

Más allá de pensar que Hyori podía ser su pareja destinada -de estar bastante segura de que lo era-, Nova debía confesar que estaba demasiado enamorada de ella.

–¡Casi me olvido que traje esto!– Le muestra una manteca para el cabello y Nova sonríe. –Busqué la que me dijiste que te gustaba, ¿puedo ponerte?

–Claro

Cuando terminan sus rutinas personales Hyori se apresura a pararse junto a ella con los productos y Nova la deja tomar las riendas. Se ve emocionada y concentrada a la vez, tan genuina de formas en que Nova no se acostumbra aún a ver. 

En el baño decide tomarse una foto. La sube a sus historias temporales con un simple «mi estilista personal se esforzó mucho hoy, estoy igual que siempre así que no contraten a ＠ParquesitoHyo» y no tarda en escucharla gritarle desde fuera.

–¡Sos un sorete, no volvás a hablarme!

Sale del baño y la abraza con fuerza, tirando su celular y el de ella sobre la cama. 

–Es una broma, me encantó todo del día de hoy. ¿Querés que te cocine algo rico a cambio?

Hyori intentó mantener la fachada de molestia un poco más, pero dejaba reposar su cuerpo en el abrazo y Nova sabía que había ganado la batalla. 

–Está bien. Solo porque tengo hambre. 

Las dos se van a la cocina entre empujones y besos robados. Los celulares vibran en la cama pero ninguna de las dos está cerca como para notar lo que dicen las notificaciones que encienden sus pantallas una y otra vez.

Una foto. Solo eso bastó para cambiarlo todo.