Capítulo 55

“I'm like a crow on a wire

You're the shining distraction that makes me fly

Oh, home”


–Fool’s gold by One Direction


Era una mañana fría, lo suficiente para transformar los murmullos somnolientos en vapor blanco.

–¡Hyori!– llama Yoonjun, trotando hasta ella, que le sonrie antes de recibir el abrazo ajustado en que la envuelve. Detrás de ella hay otro alfa, alto y delgado, con una capucha que oculta el rostro y una incomodidad olfateable entre el chocolate de su aroma. 

Caminando con tranquilidad, el pequeño grupo se movió cerca del colectivo, quizás buscando algo de refugio de la brisa helada. Con Hyori allí ya habían llegado todas las personas que viajarían, solo faltaba el entrenador y podrían partir. Sin embargo, la impaciencia creciendo en Nova no hizo más que crecer al verla llegar. Se volteó hacia el grupo de nuevo.

Había agitado la mano en dirección a ellos, pero ni siquiera había posado sus ojos en ella. Mientras tanto, Yoonjun le apretaba el cuerpo, frotando una mano contra su brazo para borrar el frío. Sus modales siempre tan familiares, naturales, tan llenos de confianza, tan seguros de que no iban a ser rechazados por la omega. Por el contrario, Nova podía notar desde kilómetros cómo se inclinaba contra su toque, dejándose envolver en el abrazo mientras apoyaba la cabeza contra su hombro.

La irritaban. 

Sin embargo, la cereza del pastel estaba frente a ella. 

–Estoy segura de que están en algo– comenta Juan, toda sonriente y cómplice. 

La mayoría asiente, con sonrisas cómplices o miradas desinteresadas, pero Micka tuerce los labios en una mueca. –Yo no sé… No parecen muy compatibles.

Juan le ofrece una sonrisa sabionda de respuesta, pero es Akane la que se ríe burlona en su cara.

–A vos no te parecerán compatibles por que le tenés ganas.

–¿A cual de los dos?–. Ella sonríe mostrando los colmillos y levanta dos dedos en respuesta, lo que lo hace soltar aire por la nariz. –Ya no puedo engañar a nadie, la verdad.

–Te entiendo– agrega Boyko, como si fuera poco. –O sea, Yoonjun es adorable, y ¿quién no le tiene ganas a Hyori?

La mayoría se ríe. Medio en broma y medio en serio, porque todos están cayéndose del sueño, y hablar tonterías los distrae lo suficiente, pero Park Hyori es realmente bonita; con su ceño fruncido, sus desafiantes ojos oscuros, la forma en que sus labios lucen rosados naturalmente y la forma de sus mejillas redondeadas como duraznos. La mayoría se ríe, Nova quiere cachetearlos a todos.

–Bueno– los interrumpe Eros, –Conocemos a alguien que no le tiene ganas ¿verdad? Y no sé donde tiene los ojos– con la cabeza la señala, y el ceño fruncido que Nova le ofrece en respuesta parece hacerlos reír aún más. 

Un taxi se detiene frente al bus, de donde baja el entrenador corriendo. Está despeinado, con un rastro de saliva seca en la cara y la ropa desacomodada. Sin embargo, no duda en pararse frente a la puerta del bus y gritarles que se apuren. 

–Ni que fueramos nosotros los que llegamos tarde– murmura Boyko entre dientes. 

La profesora a cargo del viaje también se baja del taxi un poco después, subiendo por la puerta del conductor y abriéndoles desde dentro. Todos se forman en fila con cara de aburrimiento, esperando a que el profesor encuentre entre sus cosas el cuaderno donde anotó los nombres de quienes viajarían para jugar.

–Así que, Black es la única que no me tiene ganas ¿huh?– se burla Hyori, apareciendo desde un costado para colarse. Tiene una sonrisita victoriosa jugando entre los labios y Nova no logra empujarla a la mierda. 

–Nada personal, Park– responde en su lugar, seria. 

Hyori ríe antes de subir las escaleras, y si le devolvió la sonrisa solo Nova lo sabe. 

***

Nova miraba el paisaje con ojos aburridos. Era repetitivo; árboles altísimos, antiguos, cerniéndose sobre la carretera y llenándola de sombras, hojas oscuras y aromas amortiguados por los vidrios gruesos. El bus entero sumido en silencio, interrumpido por algún que otro ronquido ocasional o por el murmullo de algún par de auriculares potentes.

Su nariz llena de olor a café, incluso cuando el asiento a su lado estaba vacío. 

Hyori estaba sentada tres asientos más adelante, la había escuchado discutiendo con Yoonjun un rato atrás. 

Sin pensarlo, roza sus labios con la punta de los dedos. Podía recordar lo que se sentía al besarla si se permitía recordar. El sabor de su boca, el calor de su lengua, la forma en que sonreía contra su hambre. No le gustaba analizar desde cuándo exactamente, pero Hyori invadía sus pensamientos incluso antes del primer beso, y aún así… Su imaginación nunca podría haber predicho la realidad. Eso asustaba. Asustaba la forma en que su lobo se comportaba si ella estaba cerca, la comodidad en los silencios compartidos y lo indescifrable de su mente. Y asustaban los celos, lo extraño que era sentirlos, lo incorrecto en algo que no podía controlar.  

Hyori camina por el pasillo, silenciosa, y se sienta en el espacio vacío a su lado. Baja el reposa-brazos y se apoya en él.

–Black– murmura como saludo. Sus manos están cerca, solo una junto a la otra, rozándose apenas, sin entrelazar sus dedos.

–¿Me extrañabas?– comenta con burla. La voz le tiembla y actúa como si no lo notara, detesta sentirse así, débil. 

–Fue un fin de semana ocupado–. Engancha sus meñiques juntos, el silencio asentándose entre las dos. –Pero te extrañé– susurra antes de soltarla y volver, sigilosa, a su lugar. 

Todos dormían, en algún momento ella también se quedó dormida. Cuando despierta no tiene forma de saber si Hyori fue un sueño, pero el reposa-brazos del asiento contiguo está bajo.

 

Comentarios

Más populares!

Index!

"Alfas" (índice)

Capítulo 4