Capítulo 36

Hyori se había quedado congelada, no esperaba una confesión descarada. 

–Qué– la imita Nova.

–¿Cómo que “a propósito”?

–Sí, Park. A propósito– repite, rodando los ojos.

–Por qué

Esta vez su voz parece neutral, y aunque luce confundida al buscar su mirada, no hay amargura o enojo en sus ojos. Están solas, y Nova está cansada de dar vueltas,

–Porque me enojaba verte así con él– suelta, encogiéndose de hombros.

–¿”Así”?

–Feliz

Se acercó con pasos lentos, arrastrando los pies como si le pesaran toneladas. Nova solo la observó detenerse a centímetros de sus pies. Tiene el estómago revuelto, pero no puede despegar sus ojos de Hyori, que está descalza, intrigada y con menos ropa de la que suele llevar.

Es una Hyori que no conoce.

Vuelve a reconocerla cuando le da vuelta la cara de una cachetada.

–Sé más específica, cara de escobilla de baño.

–¡Eras horrible conmigo!– grita enojada y sorprendida al mismo tiempo. –Sos horrible conmigo…

Se aleja unos pasos, al menos hasta encontrar la puerta a su espalda. La cara le arde y late de forma horrible, pero quizás se lo merece, así que no piensa devolverle el favor.

–Me sacaba de mis casillas tu actitud de mierda… que me hicieras de menos en clases, o que le pidieras a los profesores que te cambiaran de grupo si te tocaba conmigo… Que me ignoraras cuando intentaba acercarme ¡Eras la única maldita persona que parecía odiarme a su alrededor!

La frustración se hace visible en su mirada dolida. 

–Quería ser tu amiga pero todo el tiempo me tratabas como una piedra en tus zapatos.

–Tenía mis razones. Y eso no explica que te acostaras con mi novio a propósito, Black– la interrumpe, con mofa.

–Razones, genial– rueda los ojos. –De todas formas, olías todo el tiempo a él, hasta yo siendo cachorra podía olerlo, y te paseabas por ahí presumiendo. Eras infumable. Que ya habías encontrado a tu omega, que eras lo suficientemente madura para pensar en enlazarte… Quería darte una lección, se me fue de las manos– confiesa.

–Te salió bien supongo– comenta Hyori luego de un silencio. –Excepto que, si querías ser mi amiga… esa fue la peor forma

–Entonces ya no pensaba en ser tu amiga– murmura, revolviendo el cabello corto de su nuca.

La conversación estaba estancada, pero seguía siendo la más larga que habían tenido nunca. Probablemente la única que tendrían así.

–No quería estar cerca tuyo porque me vivías opacando,– explica Hyori. Esta vez se siente resignada. ¿Cómo podía una conversación tan corta pesarle tanto? –Todo… Todo lo que me gustaba, o deseaba, o… era como si te encargaras de obtenerlo antes. Incluso cuando no te interesaba, como en el maldito taller de cocina, o el concurso de talentos…

Se calla y sabe muy bien cuál es el riesgo de ser honesta. Porque, con Nova, siempre había riesgos.

–¿Ser mejor que vos es mi culpa?– suelta ella con ironía, y Hyori aprieta los dientes.

Ahí estaba, el riesgo. 

Se lo merecía, por idiota. Por creer que estaban intentando algo.

–Ser una imbécil sí lo es– le suelta en respuesta. 

Su voz sale más alta de lo que espera, de lo que puede controlar. Pero francamente no le importa.

–Ni siquiera sé para qué me molesto en intentarlo, si incluso cuando pienso que estas siendo honesta… Es solo un juego más. Sos una causa perdida, Black

Hyori tiene el rostro enrojecido y los ojos húmedos, y luce decepcionada.

Y Nova quizás podría haberlo manejado mejor (como a todo).

–No planeaba esas cosas,– se explica, –quería… Quería ser tu amiga… Y cuando nos gustaba lo mismo parecía una buena oportunidad para… ¿Hablar? y… Soy competitiva, lo sabés, vos también lo sos… Yo…

Ser sincera no era su mayor fuerte, pero lo había intentado y ahora esperaba el resultado. Buscó mirarla a los ojos, pero Hyori solo miraba el suelo, con el ceño fruncido y la mirada distante.

–Solo... andate de mi casa– la escucha murmurar.

–Todo se fue a la mierda ¿okay? Siempre se fue a la mierda entre nosotras– trata de explicarse. –Pero podríamos intentar arreglarlo… Quizás es muy tarde para ser amigas pero…

Ella la mira, sin rodeos. Sabe que está enojada, pero no luce furiosa o cegada por la ira. Nova podría jurar que escuchó sus palabras. Entonces ¿Por qué parece determinada a terminar la conversación?