Capítulo 7

Un mes y trece días para su cumpleaños, ¿no podía el estúpido cánido de Black esperar un maldito mes?

Entonces no se molestaría en temerle, iba a ser un baño de sangre. Pero hasta entonces... 

Tate apareció de la nada para pararse entre ambas, enfrentando a su propia amiga. Su olor a eucaliptos flotando en el aire a su alrededor.

–Nova– la llama con firmeza, obligándola a centrar su ojos dilatados en él –es suficiente. Sabés que podés tener problemas bastante graves.

–No soy tan estúpida– responde ella luego de unos segundos.

Yoonjun la soltó, notando que ya no forcejeaba. Cuando Nova la miró el enojo seguía ahí, pero ya no era furia.

–No voy a matarte antes de que seas una alfa completa– sentenció con desdén, –así que no hace falta que tu amiguito te proteja.

Y ahí estaba de nuevo.

–No metas a Yoon en esto, tarada... Y ni que pudieras matarme– responde de inmediato. El nombrado solo le pellizca el brazo, regañándola en silencio, pero solo tiene ojos para Nova en ese momento. 

No iba a perder el duelo invisible entre ambas.

–Ambas sabemos que hablas para provocarme, porque si peleamos voy a tener problemas– replica. –No voy a perder el control– declara, alejándose unos pasos del conflicto.

–Lamento informarte: hace cinco segundos lo perdiste. Pelotuda. 

Tate se gira a mirarla implorante, pero Hyori no la dejaría ganar por miedo. 

Nova ya no estaba ni siquiera molesta. La conocía, de cierta forma escucharla insultar le calmaba los nervios, le recordaba contra quién estaba discutiendo. Hyori no era suicida, ni estúpida, ni cobarde como para querer mandarla a prisión y deshacerse de ella antes de su cumpleaños. 

¿Lo que sí era? alguien que no iba a bajar la cabeza ante sus provocaciones porque ahora fuese una alfa. Y Nova respetaba eso. 

Una mierdecilla con agallas.

–Cuando ya seas una alfa voy a destrozarte, Park– replica, aún pensando. Una suave sonrisa se cuela en sus labios.

–Ver para creer, Black– la imita.

–Acordate de decirle a tus madres que te huelan en tu cumpleaños– comenta mientras se aleja hacia el baño, su mano con un gesto de despedida. 

–Si querés decir algo, decilo– la desafía.

Y a veces a Nova le gustaba el drama.

–Así al menos recordarán tu aroma.