Capítulo 1
“Something in the way you're looking through my eyes
Don't know if I'm gonna make it out alive”
Alguien le quitó a Hyori de la espalda, así que la presión abrumadora cesó.
Se incorporó lo más rápido que pudo, aún cuando sus músculos le rogaban quedarse tres segundos más en el suelo arenoso. Un par de manos se aferraron a sus brazos con fuerza cuando estaba a punto de lanzarse de nuevo.
Hyori era sostenida por dos alfas, sus olores eran parecidos a los que usualmente la rodeaban. Uno de ellos la regañaba en voz baja, el otro acababa de soltarla, sonriendo alegre mientras recibía dinero de un chico (uno seguramente de cuarto año).
Los Park eran extraños.
Nota una comezón en su mano y por un instante le asquea pensar en cabello y pelusa pegados sobre su piel. Sin embargo, solo resulta ser sangre, rodando cuesta abajo desde sus nudillos.
Funcionaba así ¿verdad?
Un segundo la energía le inundaba el cuerpo, la volvía imparable. Al siguiente desaparecía por completo, dejándola sola con el ardor de las heridas y la molestia de perder, bien aguda en el fondo de su mente.
Tenía raspones en los pómulos, un dolor persistente en la mandíbula y sangre en la boca. Ni siquiera sabía si era de sus labios partidos o de alguna mordedura, pero el hedor a metal era demasiado fuerte. El hombro le molestaba, pero no se detuvo a revisar..
Hyori no estaba mejor. Tenía un corte en el puente de la nariz, raspones en la barbilla, una mejilla irritada y las manos tan destrozadas como las de ella misma. No estaba mejor, pero sabía que había ganado esa pelea. Tenía esa sonrisa arrogante, que le estiraba el labio roto, y la mirada entornada.
Una chica, que Nova solía ver con los hermanos, había sacado un paño de su mochila y, empapado con un líquido celeste, intentaba limpiarle la áspera mezcla de tierra y sangre que le adornaba un lado de la cara. Claro que Hyori le apartó la mano con molestia. Su mirada está clavada en ella.
Se paró con agilidad, el más alto de sus hermanos no dudó un segundo en tomarla del brazo, obligándola a mantenerse en su lugar. Sin embargo, no le tapó la boca.
–A ver si la próxima vez me cuesta un poco derribarte, imbécil.
Estaba desafiándola a propósito, Nova lo sabía. Era 31 de agosto, la próxima vez que pelearan, ella ya sería un alfa. Si un cánido peleaba con un cachorro podrían multarlo, incluso detenerlo, ella no iba a ser tan estúpida como para aceptar un desafío que la metiera en problemas.
–Vas a tener que esperar hasta octubre para comprobarlo, mal nacida– contestó irritada.
La vio avanzar un paso hacia ella, pero esta vez el otro chico también la detuvo, y ambos hermanos la arrastraron lejos. Dejó salir una risa burlona mientras la llevaban.
–Nadie te va a salvar, Black– gritó mientras cruzaban la calle.
Las personas comenzaron a circular a su alrededor de nuevo y Nova sonrió, desempolvando su maltrecho uniforme.
Iba a transformarse en lobo la próxima vez, se juró. E iba a demostrarle lo estúpidamente arrogantes que habían sido sus palabras.
Tenía un mes para prepararse, para intentarlo, para lograrlo.
Iba a transformarse en lobo, e iba a matar a esa bastarda.
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